almeria
Nos encontrarás en el centro de Almería, en la Calle de las tiendas, nº 18. tlf. 950266793. Te esperamos. lacanastillamodainfantil@gmail.com

Mi amiga Carmen

No puedo pasar sin contar estas cosas, porque me encienden. Y además porque conozco a la persona. 
Mi amiga Carmen lleva toda la vida detrás de un mostrador, conoce su trabajo a la perfección y sabe vender muy bien. La he tenido muchos años de vecina en la Calle de las Tiendas, hasta que hace unos pocos meses, en su tienda tuvieron que aligerar de personal. La eché de menos, pero se lió a presentar currículums y a las pocas semanas me contaba emocionada que ya la habían llamado para una nueva tienda, de apertura reciente. 

Y parece que la dueña es una de esas personas que piensa que estamos "en los tiempos de antes", ya me entendéis. Todas las tiendas somos iguales, grandes o pequeñas, del centro o de los barrios, ... y en mi opinión lo que nos distingue es el trato al cliente. Y a esta chica, por dar buen trato a un nuevo cliente, la HAN ECHADO. En concreto el asunto fue:
Entra una nueva clienta, se interesa por un vestido y, como acaba de venir con toda su familia y compran 7 vestidos (siete!!), ante la petición de que le guarde/reserve uno más para venir en un par de días a recogerlo, mi amiga accede. La intención de la clienta era volver con más amigas puesto que todas iban a la misma boda, y habían quedado contentas con los primeros vestidos, y con el trato de mi amiga, claro. 

Pues la jefa aparece, no se sabe cómo, y al ver que el vestido estaba apartado sin entrega, le dice a mi amiga que si no se ha estudiado las normas de la tienda. La respuesta es que las conoce pero que el caso concreto, la posibilidad de una buena venta, el hecho de haberse vendido ya 7 vestidos previos a la misma familia, que además conoce de su trabajo anterior en otras tiendas, la han hecho actuar así. La jefa (que no es de aquí, lógicamente) dice que no, y cuando llegó al día siguiente ya había otra en su puesto.

Colección de Tartaleta
Personalmente, no lo veo bien. Busco que en mi tienda la clientela se encuentre en confianza, y los trabajadores estén también haciendo su labor con agrado. Por supuesto, todo eso implica que se termina vendiendo más. 

Pues eso, que si conocéis de alguien que necesite gente para trabajar en su tienda, mi amiga Carmen es un "valor seguro", como se dice en la bolsa. Desde aquí un besote para ella, y no te apures que la gente que vale termina saliendo adelante. 

Para la jefa y su nueva tienda, pues por curiosidad voy a fijarme cuando pase por la puerta, a ver cómo le sigue la cosa con esos modos...


Un teléfono y una sonrisa

Hace unos días me ocurrió una cosa que me gustaría contar, y además ya se lo he prometido a la interesada, je, je. 

El teléfono móvil de mi madre decidió que ya no trabajaba más. Me encargó comprarle uno y me encaminé a un comercio que tengo cerca de La Canastilla. Como siempre en estas franquicias, hay una sola dependienta y una cola interesante, así que me armé de paciencia sufriendo por mi Malena que estaría sola. Y me entretuve hablando con otra señora de la cola hasta que me tocara. 

Cuando llegó mi turno y pregunté por lo que quería, un móvil básico sin complicaciones, resultó que no era tan fácil. De básico nada, lo más básico tiene muchas más prestaciones de las que mi mami necesita, y es, claro está, más caro de lo que yo tenía pensado. 

- ¿Y no tienen algo más básico y manejero, y de paso más barato?

Pero ante la negativa reiterada, la señora que estaba detrás esperando su turno terció:
- Mira muchacha, lo que tú estás buscando lo tengo yo en mi casa en un cajón y ya no lo uso. Funciona perfectamente y si quieres te lo regalo. 

Me sorprendió escuchar eso, pero la que no daba crédito era la dependienta. Se enfadó y lo sentí por ella, aunque si digo la verdad mi impresión es que realmente no estaba haciendo muchos esfuerzos por venderme algo parecido a lo que yo buscaba. 

Ni corta ni perezosa, la señora me dejó un número de contacto y me volví tan contenta a la tarea de mi tienda. Por la noche nos vimos en la puerta de su casa y me dio el teléfono con su cargador, avisándome sobre borrar las fotos que tuviera en memoria y todo eso. Triunfo total, y mi agradecimiento para ella, por supuesto.

Ya no es lo que me ahorrara para mi madre, sino el gesto, lo que las personas podemos hacer para que las grandes multinacionales no sigan jugando con nosotros cada vez que quieran. Un ejemplo práctico de que los ciudadanos tenemos el poder, podemos con pequeños pasos ser dueños de nuestro destino, o si no, al menos de nuestro bolsillo. Como decía aquel slogan "haz de tu carro de la compra un carro de combate". A menudo olvidamos que si todos protestamos ante los aparentes abusos de las eléctricas, las comisiones de los bancos, las multas varias,... como mínimo les quedará constancia de ello.

Ah, y cuando nos vimos le llevé una bolsa de naranjas de mi suegro. Experimentar el trueque, con una sonrisa y un apretón de manos, tal y como están las cosas, es muy reconfortante. ¡Y os lo dice alguien que lo practica muy a menudo!

Algunas cosas en los últimos años se han estado llevando al extremo, y nuestros modos de consumo y valores se han "viciado" un poco. Creo que es muy sana una vuelta a los orígenes de vez en cuando. 

Ja, ja, y Dª Alicia Trías se estará retorciendo de rabia..

colección verano José Varón