Hola, después de un tiempecillo vuelvo
al blog, que luego dicen algunas por ahí que ya no existo
virtualmente, je, je. Pero estar estoy, vamos, no he parado. Con el
lío de diseñar mis propios vestidos para celebraciones, y dado -os
recuerdo que no tengo abuela- que han sido muy abundantes los
trabajos este verano, pues no he tenido tranquilidad para sentarme a
escribir, de hecho he visto más a la modista que a mi madre,
pobrecita ella (mi madre, no la modista).
Yo soy de esas personas que me gusta
estar encima de mis modistas, aunque vivan en Córdoba o Cádiz,
mucho más si viven en Almería capital y además son tus amigas.
Ellas piensan que les doy mucho la tabarra, y a lo mejor tienen
razón, pero lo cierto es que no sé hacerlo de otro modo, y sobre
todo que al final el resultado sea satisfactorio para mis clientas y
para mí, porque si a mí no me gusta no lo vendo.
Además, ahora que estamos en pleno
verano se terminó el colegio, y ando trayendo y llevando a la
escuela de verano al niño (los pobres esperan toda la semana para
pisar la playa, el pequeño tiene todavía en sus piececitos las
típicas marquitas de sol de las sandalias infantiles, en fin,
víctimas colaterales de la famosa “conciliación familiar”), y
además a la chica de mi tienda también le tocan sus vacaciones.
O sea que estoy que me salgo (o que me
subo por las paredes), y como esta cabecita no para, el otro día no
se me ocurre otra cosa que ir a ver cómo iba el vestido de una de
las bodas -que está muy próxima- y cuando lo ví no me convenció,
le faltaba algo. Me tiré toda esa noche dándole vueltas al vestido,
y por la mañana llame a la novia para explicarle mi idea. “Rocío,
pues lo que tú quieras, hazlo como si fuese para tí”. Y con
esa libertad -gracias a ella por confiar en mí plenamente-, me
encaminé a la modista a las 15'20 horas. Nada más llegar a su casa
topé con un olorcillo tremendo a guiso, y le conté la película.
Nos pusimos a la obra ...y su marido comió solo (el marido cuando me
ve le tiemblan las carnes, como decimos en Andalucía).
Eso sí, el vestido está quedando
impecable, y la verdad es que estamos supercontentas. Ojalá quede
muy bonito. (Disculpad que no ponga foto, pero tengo
por norma no subirlas hasta que la ceremonia no ha pasado de largo).
Estoy dándole vueltas a varias ideas
que hagan más atractiva la visita a la tienda. Informaremos
“próximamente en sus blogs”. Besos y feliz verano.
Hola!!!!Bueno mucho animo! COmo dices esto de la conciliación familiar es complicado, pero estamos seguras de que todo este esfuerzo tiene recompensa: TIENE QUE TENERLA!!!!
ResponderEliminarUn beso fuerte y animo!
Chic & Health
Gracias por tus palabras, y sí lo de la "conciliación" cada día me suena más a recochineo...
EliminarBesos, Rocío
Hola guapísima,mira que ya pensaba que nos habías abandonado, pero si es por que estás preparando la nueva colección, la ausencia está más que justificada.
ResponderEliminarUn besito y no tardes tanto en ponernos al día.
Si es que sóis la bomba, así da gusto. Espero que sigas estupendamente.
EliminarBesitos, Rocío
Pues bienvenida otra vez!!! a ver si nos enseñas cositas!!!!
ResponderEliminarJe, je, que no me he ido!!!
EliminarGracias por escribir,
Rocío